Otra vez los silbantes. Otro juego para aprender, según la filosofía de Aarón Padilla. La Comisión de Arbitraje no tuvo la sabiduría para cambiar la supuesta decisión del "ordenador" y envió a Germán Arredondo a pitar el juego Guadalajara-Atlante, y ayer otra vez crucificó a los atlantistas, como en la Liguilla del Clausura del 2004 al marcar anoche un penal inexistente de Javier Muñoz Mustafá sobre Omar Bravo.
Ayer Omar Bravo se consagró como un gran actor. Se dejó caer en el área y el juez de línea, Arturo Velázquez se "tragó" el engaño e indujo al árbitro central, Arredondo a que marcara el penalti.
Otra más de Arredondo fue que de haber amonestado a Omar Bravo por su engaño dentro del área, tenía que haber sido expulsado, ya que tenía una tarjeta amarilla en el primer tiempo por una entrada al arquero Federico Vilar, y por ende debió perderse el juego de vuelta de las semifinales, pero no fue así.
Desde el primer minuto de juego no amonestó a Muñoz Mustafá por falta a Sergio Santana y tampoco lo hizo cuando pisó a Omar Bravo, lo que significaba la segunda amarilla y la expulsión.
Hubo llegada fuertes sobre Bravo, "Venado Medina", Santana y las amarillas francamente nunca las sacó como debía a los infractores de los Potros.
PARA SABER
Efraín Flores se la pasó reclamando durante el primer tiempo al visor de la Federación Mexicana de Futbol, Arturo Yamasaki el nivel de arbitraje mostrado por Germán Arredondo, en lugar de planear las estrategias para superar al Atlante (Le pasó lo mismo que a José Manuel de la Torre en los últimos partidos como técnico del chiverío) y al final fue beneficiado por le hombre de negro con el penal inexistente.
Fuente: http://www.periodicoeltren.com.mx/28de01e.htm
Mis globulos no son rojos y blancos por cuestiones biológicas, sino porque lo rojiblanco lo llevo hasta en la sangre...
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